Bajo la corteza de los majestuosos y ancestrales Cedros se esconde un perfume amaderado, almizclado, masculino, con toques especiados y una sorprendente salida citrica.
Un perfume explosivo, alegre y libre. Es el festival del Pachulí en una concentración extrema y luminosa. Una fragancia oriental, femenina, adictiva, voluptuosa y rebelde con una asombrosa frescura.